Francisco Javier Morales Chavez
Despachante de Aduanas – MCAMAZONAS S.R.L.
El pasado 26 de mayo, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) -conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú- celebró sus 50 aniversarios desde la suscripción del Acuerdo de Cartagena, tratado constitutivo que dio origen a este proceso de integración, el más antiguo de Suramérica.
Tratado Constitutivo que fija los objetivos de la integración andina, define su sistema institucional y establece mecanismos y políticas que deben ser desarrolladas por los órganos comunitarios. De esa manera, se puso en marcha el proceso andino de integración conocido, en ese entonces como Pacto Andino, hoy Comunidad Andina (CAN).
El objetivo principal de la Comunidad Andina (CAN) es alcanzar un desarrollo integral, equilibrado y autónomo, mediante la integración andina, con proyección hacia una integración sudamericana y latinoamericana.
Nació por iniciativa de los presidentes de Colombia, Carlos Lleras Retrepo y de Chile, Eduardo Frei Montalva, que buscaban promover del lado de la inversión el proceso de integración económica entre los países miembros, con base no solo en la creación de una unión aduanera sino un mercado común, basado en programas sectoriales para los sectores industriales más dinámicos, con el fin de superar los magros logros alcanzados por la ALALC, que simplemente buscaba la integración a través del libre comercio. Desde el punto de institucional, a imagen y semejanza de la Unión Europea, creó instituciones supranacionales, con capacidad de emitir normas que se imponían en el derecho interno sin necesidad de su incorporación al mismo, y estaban sujetas a un control jurisdiccional comunitario.
En la actualidad Bolivia ha asumido la presidencia pro témpore de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) con una amplia agenda que incluye apertura de nuevos mercados, búsqueda de mejores precios y proteger la industria nacional, encarando los nuevos desafíos en el futuro para la CAN que ha demostrado que, a pesar de las crisis, pude y tiene solvencia para seguir demostrando ser una entidad importante para sus países miembros y para la región; mantenerse como el espacio donde los países dialoguen sobre temas comunes y encaminados a incrementar la integración, la libre circulación de personas, bienes capitales, entre otras.
Tratado Constitutivo que fija los objetivos de la integración andina, define su sistema institucional y establece mecanismos y políticas que deben ser desarrolladas por los órganos comunitarios. De esa manera, se puso en marcha el proceso andino de integración conocido, en ese entonces como Pacto Andino, hoy Comunidad Andina (CAN).
El objetivo principal de la Comunidad Andina (CAN) es alcanzar un desarrollo integral, equilibrado y autónomo, mediante la integración andina, con proyección hacia una integración sudamericana y latinoamericana.
Nació por iniciativa de los presidentes de Colombia, Carlos Lleras Retrepo y de Chile, Eduardo Frei Montalva, que buscaban promover del lado de la inversión el proceso de integración económica entre los países miembros, con base no solo en la creación de una unión aduanera sino un mercado común, basado en programas sectoriales para los sectores industriales más dinámicos, con el fin de superar los magros logros alcanzados por la ALALC, que simplemente buscaba la integración a través del libre comercio. Desde el punto de institucional, a imagen y semejanza de la Unión Europea, creó instituciones supranacionales, con capacidad de emitir normas que se imponían en el derecho interno sin necesidad de su incorporación al mismo, y estaban sujetas a un control jurisdiccional comunitario.
En la actualidad Bolivia ha asumido la presidencia pro témpore de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) con una amplia agenda que incluye apertura de nuevos mercados, búsqueda de mejores precios y proteger la industria nacional, encarando los nuevos desafíos en el futuro para la CAN que ha demostrado que, a pesar de las crisis, pude y tiene solvencia para seguir demostrando ser una entidad importante para sus países miembros y para la región; mantenerse como el espacio donde los países dialoguen sobre temas comunes y encaminados a incrementar la integración, la libre circulación de personas, bienes capitales, entre otras.
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