Antonio
Rocha Gallardo
PRESIDENTE – CRDA SC
PRESIDENTE – CRDA SC
"Sin dudar diría que la mejor forma de promover la informalidad y el contrabando es des institucionalizando todas las organizaciones dedicadas al control del comercio y la recaudación fiscal y estableciendo todas las restricciones posibles al comercio legal y las importaciones formales.
Mi sincera
opinión es que en lo institucional las organizaciones recaudadoras como la
Aduana Nacional y el Servicio de Impuestos Nacionales, en la medida de sus
posibilidades, han desarrollado un papel loable en la lucha contra el
contrabando y la informalidad, lo que no es nada fácil en una economía donde
dos terceras partes provienen de la informalidad y donde casi el 70% de su
población económicamente activa no tiene un empleo formal y esta subsumido en
el desempleo o el subempleo, en una economía de subsistencia.
Hoy por hoy la autocrítica debe estar centrada en las
políticas públicas que restringen la formalidad y promueven la evasión fiscal y
por tanto hacen aún más difícil la labor de las instituciones recaudadoras.
Como para ejemplo bastaría un botón, me voy a referir a tres políticas públicas
que no solo restringen las importaciones formales, sino que además desalienta
la inversión y por tanto el empleo formal.
Desde el año 2014 a través del DS 1889 se..
amplió el alcance del Impuesto al Consumo Especifico (ICE)
para vehículos, que por su naturaleza debería gravar a bienes suntuarios, de
lujo o bebidas alcohólicas u otros bienes de este tipo, sin embargo
erróneamente esta política alcanzó hasta a los bienes nuevos de capital y
bienes industriales como los camiones grúas de alto tonelaje, camiones
cisternas, camiones hormigoneros, los tracto camiones y los buses para
transporte de larga distancia, siendo todos estos bienes de capital e inversión
destinados al sector productivo y el transporte, que hoy además del Arancel y
el IVA Importaciones deben pagar un ICE entre el 10% y 15%. Esto no solo
desalienta la inversión, sino que además promueve la evasión tributaria
aduanera.
Desde el año 2016 a través del DS 2865 se establecieron
sendas restricciones a la importación de prendas de vestir, calzados y muebles
de madera, con aranceles hasta del 40% y requisitos de Autorización Previa de
Importación que se deben tramitar ante el Ministerio de Desarrollo Productivo y
Economía Plural, estas restricciones han reducido drásticamente las
importaciones formales de estos bienes que pagaban tributos aduaneros pero en
contrapartida han incrementado la oferta de estos mismo bienes importados en
los mercados informales y han provocado un masivo contrabando hormiga camuflado
como equipaje acompañado que es prácticamente imposible de controlar en las
fronteras y aeropuertos.
El ultimo botón de muestra. En julio pasado se acaba de
aprobar el DS 3244, mediante el cual se establece una nueva Autorización Previa
para la importación de todos los vehículos nuevos a partir del 2018, que la
debe otorgar el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, dicha
autorización estará sujeta a la certificación del fabricante sobre Emisiones
Atmosféricas de los motorizados, en el supuesto afán de controlar el daño medio
ambiental.
Evidentemente que el propósito no parece ser el manifiesto,
toda vez que esta certificación sobre el tipo de motor y emisión atmosférica
que provoca viene dada por el fabricante en sus catálogos de marcas y modelos y
simplemente bastaría con establecer una restricción general a la importación de
vehículos con Emisiones Atmosféricas que estuvieran prohibidas en los Convenios
de Protección del Medio Ambiente los cuales hayan sido ratificados por Bolivia.
En resumen, las prohibiciones, restricciones y sobre cargas
tributarias, en ausencia de mecanismos efectivos de control, solo alientan la
informalidad, la evasión y el contrabando.
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