Fernando Mario Goytia
Machicao
VOCAL – CRDA SC
Según expertos de la UNCTAD que es la Agencia de
la ONU para el Comercio y el Desarrollo, la totalidad del comercio
internacional y de los negocios pasará por plataformas electrónicas y aconsejan
a los gobiernos especialmente de países en desarrollo “… promover el comercio
electrónico, sin esperar regulaciones, porque de lo contrario la brecha digital
con los países ricos se hará más grande”.
Se
calcula que para el año 2020 los usuarios de internet en el mundo lleguen a
5.000 millones. Actualmente la población mundial se estima en 7.365 millones de
personas. Entonces, es fácil imaginarse el desarrollo acelerado del comercio
virtual, además de su enorme potencial.
No
debemos olvidar que las formas de pago también han evolucionado a la par del
comercio electrónico. Estas formas de pago denominadas también “pasarelas de
pago”, como son “PayPal”, “Sagepay”, y otras similares como “dinero
electrónico”, contribuyen a que las transacciones sean más ágiles y se
masifiquen.
Aprovechando
las diversas redes sociales, se han implementado “tiendas virtuales”, donde se
ofertan infinidad de bienes y servicios. Estas “tiendas virtuales” no
importando el país donde se encuentren, hacen sus ventas a nivel mundial con
entrega incluida; aprovechando principalmente el Correo Postal, el Courier y el
servicio de transporte aéreo.
"....ante este nuevo escenario, como despachantes, debemos replantearnos sobre cuál será nuestro rol en el mundo del comercio electrónico. Lo cierto es que tenemos que evolucionar también y adecuarnos a estos cambios
Parecería
que estas modalidades de compra y venta de bienes en las redes sociales solo
estarían destinadas al comercio minorista, pero el volumen de las transacciones
ya es muy importante y en constante ascenso. Tan importante que..
en
los Estados Unidos se están cerrando los centros comerciales denominados Mall,
pues sus ventas han disminuido ante las ventajas del comercio virtual, que
oferta bienes con precios más baratos y entrega a domicilio.
En
lo que respecta a nuestro medio, localmente las “tiendas virtuales” están en
auge, solo hay que digitar en cualquier motor de búsqueda de internet el nombre
de un producto que demandamos y nos presentará cientos de opciones. Al acceder
a alguna de ellas, podremos visualizar en imágenes fijas o de vídeo las
bondades del bien que es de nuestro interés. La entrega es también en nuestro
domicilio o centro laboral. Las formas de pago son variadas: “contra entrega”,
“transferencia electrónica”, “a través de giro”, “depósito bancario”, “pago vía
electrónica” y otras acordadas entre partes.
Lo
mencionado anteriormente, afecta y afectará más al comercio tradicional, al
importador, al comerciante, que ingresan legalmente sus mercaderías y tienen
infraestructura para su exposición y venta. Incrementará la informalidad y la
evasión impositiva. Esta afirmación es fácil de comprobar, pues si las
autoridades no pueden frenar la expansión de los mercados callejeros, será más
difícil controlar el mercado virtual.
Lógicamente
también nuestro sector se verá seriamente afectado, pues serán menos los
despachos de aduana que procesaremos. Esto ya es una realidad, según el
análisis realizado por el Presidente de nuestra Cámara en base a datos
elaborados por el INE/IBCE, señala que durante toda la gestión 2016 hasta Junio
de este 2017, del 100% de declaraciones aduaneras presentadas ante las
Administraciones de Aeropuerto Viru Viru y Correo Postal, aproximadamente el
70% correspondieron a “despachos de mínima cuantía”. Como aclaración, el valor
del 30% de los despachos en los que intervinimos representa aproximadamente el
80% del valor total de bienes ingresados por estas aduanas.
Entonces,
ante este nuevo escenario, como despachantes, debemos replantearnos sobre cuál
será nuestro rol en el mundo del comercio electrónico. Lo cierto es que tenemos
que evolucionar también y adecuarnos a estos cambios.
Respecto
a las autoridades, entiendo que estas deben seguir las sugerencias de la OMC,
cuando en un estudio sobre el comercio electrónico, aconseja a los gobiernos a
adecuar sus normas y procedimientos en general, al marco de políticas para la
realización del comercio electrónico. También recomienda sobre cuestiones de
acceso a los mercados de los productos transmitidos por medios electrónicos.
En
el estudio mencionado la OMC reitera su rol de facilitación del comercio, con
insistencia en las maneras en que el internet y el intercambio electrónico de
datos pueden simplificar las operaciones comerciales y la administración de
aduanas.
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